ESPARTERO
(Granátula, 1793-Logroño, 1879) Militar español. Empezó a destacar en su lucha contra los independentistas en América. En 1833 se enfrentó a los rebeldes en la primera guerra carlista, y en 1836 alcanzó el mando supremo del ejército del Norte. Concertó con Maroto el Convenio de Vergara (31 de agosto de 1839). Una vez acabada la guerra en el Norte, pasó allevante persiguiendo a Cabrera hasta que éste fue expulsado a Francia. Una vez finalizada la primera guerra carlista, se le encomendó la presidencia del gobierno provisional. Más tarde fue nombrado regente del reino. Fue una etapa plagada de desaciertos que le llevaron a una situación de descrédito, lo cual aprovechó Narváez para acaudillar una insurrección (1843) que relegó a Espartero al exilio en Londres. Durante el Bienio Progresista (1854-1856), fue nombrado presidente de un gobierno que realmente dirigió O'Donnell. Tras la revolución de 1868, un grupo de progresistas y el propio general Prim le propusieron la Corona española, que rechazó aduciendo problemas de salud.
NARVÁEZ
(Loja, España, 1800-Madrid, 1868) Político y militar español. Fue hecho prisionero por las tropas absolutistas de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1822, y permaneció en Francia hasta 1824. Tras rechazar cualquier tipo de cargo durante el reinado de Fernando VII, se incorporó en 1834 a las fuerzas isabelinas. Su efectividad como militar y su ideología liberal hicieron que tanto progresistas como moderados pretendiesen su incorporación a sus respectivos partidos, a pesar de lo cual tuvo que exiliarse después de presidir junto al general Córdova una Junta de oposición a Espartero. Con la regencia en 1844 de Isabel II, fue nombrado presidente del gobierno y se convirtió en uno de los impulsores de la Constitución de 1845. En 1851, el deteriorado clima político de la corte forzó su dimisión, pero tras la actuación golpista de O’Donnell fue llamado de nuevo para que formara gobierno en 1856. Entre esta fecha y 1868 presidió de nuevo tres gabinetes ministeriales, desde los cuales ejerció una política represiva contra cualquier conato revolucionario. Tras su fallecimiento se produjo la Revolución de 1868, que provocaría la caída de Isabel II.
Golpes de estado desde el General Riego hasta hoy.
Durante el siglo XIX hubo 200 pronunciamientos militares o intentos de golpes de estado.
Y para terminar el enlace a nuestro vídeo del concurso de informática para que quien lo vea corra la voz lo vea y lo vote. GRACIAS
JOSUÉ