martes, 13 de marzo de 2012

"Danza de la vida", República de Weimar y Paz de Versalles.

"Danza de la vida" Edvard Munch (1899-1900) 

En esta obra vemos las tres etapas biológicas, en las que se va avanzando mediante un baile de parejas. El sentido general provoca un efecto de angustia al que podemos añadir el de un éxtasis entre místico y sexual. 

En cuanto a las figuras, la primera de ellas, carácter inocente, amable e infantil con las flores del vestido y las que se acerca a recoger. Del mismo modo, la central pasa de tener el pelo rubio a rojizo, y en lugar de tratarse de una mujer oferente, se ha convertido en un símbolo de la pérdida de la virginidad, con su vestido rojo, más parecido a una mancha de sangre que a una tela.

Es en esta etapa cuando los rostros se vuelven máscaras, o más bien calaveras, y el siguiente hombre se vuelve un ser obsesivo que abraza ansiosamente a la mujer, y esta intenta escaparse de sus brazos. La vida y la muerte se convierten en dos elementos cuyas fronteras se estrechan, y no sabemos distinguir qué es vida y qué es muerte.

La última figura, de negro (luto), ya no es la mujer hierática y cadavérica, sino que acepta su destino con pesar y desolación. Ahora la mujer es también víctima de su propia naturaleza, en palabras de Rosenblum, desde el estado de cándida virginidad (blanco), pasando por el de la plenitud sexual (rojo), hasta la macilenta consunción (negro), en el cumplimiento de su sino biológico.

Tal sino biológico viene acompañado por el paisaje, que de nuevo ejerce de telón de fondo a la escena. La hierba sobre la que se está gestando la danza forma una especie de manto verde que produce un fuerte contraste con el vestido rojo de la figura central, haciendo que el efecto de los colores sea más agresivo, a la par que simbólico.

En la parte izquierda del cuadro, por donde pisa la ‘virgen’, hay flores, de nuevo una alusión al candor de la infancia y la preadolescencia. Estas flores se repiten en los motivos decorativos de su vestido blanco, y si tapamos el resto del cuadro quedándonos con esta figura, vemos en él una intención por representar de alguna manera la belleza, la belleza física, asociada –como siempre en Munch- a la infancia y a la inocencia, algo que inescrutablemente se va perdiendo conforme se va abriendo hueco la madurez del hombre y de la mujer. Y esa belleza servirá también de contraste para los rostros cadavéricos que vendrán posteriormente.

República de Weimar (1919-1933)
La República de Weimar (en alemán: Weimarer Republik) fue el régimen político y, por extensión, el periodo histórico que tuvo lugar en Alemania tras su derrota al término de la Primera Guerra Mundial y se extendió entre los años 1919 y 1933. El nombre de República de Weimar es un término aplicado por la historiografía posterior, puesto que el país conservó su nombre de Deutsches Reich Imperio alemán»). La denominación procede de la ciudad homónima, Weimar, donde se reunió la Asamblea Nacional constituyente y se proclamó la nueva constitución, que fue aprobada el 31 de julio y entró en vigor el 11 de agosto de 1919.
Comenzó su existencia después de que los trabajadores y las tropas del II Imperio Alemán se sublevaran contra el gobierno a comienzos de ese año por negarse éste a entablar conversaciones que pusieran fin a la I Guerra Mundial. El emperador Guillermo II huyó del país y se formó un Gobierno Provisional del Consejo de los comisarios del Pueblo, integrado por una coalición formada por miembros del Partido Socialdemócrata Alemán, liderados por Friedrich Ebert, y del Partido Socialdemócrata Alemán Independiente (escisión radical del anterior), que contó con el apoyo del partido católico del Centro (Zentrumspartei). Este gobierno provisional fue el encargado de sofocar la revolución espartaquista, dirigida por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg, que en enero de 1919 intentó establecer en Alemania un Estado soviético.  La nueva Asamblea Nacional Constituyente se reunió en Weimar (Turingia) en febrero de 1919 y redactó una Constitución según la cual Alemania pasaba a ser una república federal democrática con dos cámaras parlamentarias.
La Paz de Versalles
El Tratado de Versalles fue un tratado de paz firmado al final de la Primera Guerra Mundial que oficialmente puso fin al estado de guerra entre Alemania y los Países Aliados. Fue firmado el 28 de junio de 1919 en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles, exactamente cinco años después del asesinato del archiduque Francisco Fernando, uno de los principales acontecimientos que habían desencadenado la guerra. A pesar de que el armisticio fue firmado meses antes (11 de noviembre de1918). El Tratado de Versalles entró en vigor el 10 de enero de 1920.
Este tratado estipulaba que Alemania y sus aliados aceptasen toda la responsabilidad moral y material de haber causado la guerra y, bajo los términos de los artículos 231-248, deberían desarmarse, realizar importantes concesiones territoriales a los vencedores y pagar enormes indemnizaciones económicas a los Estados victoriosos. El Tratado de Versalles fue socavado tempranamente por acontecimientos posteriores a partir de 1922 y fue ampliamente violado en Alemania en los años treinta con la llegada al poder de Adolf Hitler.
Alemania pago las reparaciones de guerra en 1983, pero todavía quedaba pendiente el abono de los intereses generados desde la aprobación del tratado, que ascendían a 125 millones de euros (cambio de 2010). Dichos intereses no podían ser abonados hasta que Alemania no estuviese reunificada, dándosele para ello 20 años a partir de ese momento. Por aquellos días se creía que nunca iban a ser abonados, pero, tras procederse a la reunificación del país, se fijó el 3 de octubre como fecha de inicio de esos 20 años. Finalmente, Alemania liquidó totalmente las reparaciones de guerra el 3 de octubre de 2010. Tras la paz Alemania redujo su territorio de 540.766 km² a 468.787 km².

Alberto.

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