sábado, 14 de abril de 2012

NEOCOLONIALISMO
El neocolonialismo es el control indirecto que ejercen las antiguas potencias coloniales sobre sus antiguas colonias o, en sentido amplio, los Estados hegemónicos sobre los subdesarrollados. Estos países no disfrutan de una independencia plena, sino que están sometidos a los dictados culturales, políticos, lingüísticos y, especialmente, económicos, de otro.
El neocolonialismo es diferente al colonialismo, que se caracteriza por un control directo. Así, se emplea la fuerza militar para la ocupación del país y se establecen colonos procedentes de la metrópoli en el territorio sujeto a dominación. Un caso de neocolonialismo formal o efectivo sobre un territorio es el que ejerce el Reino de Marruecos sobre el antiguo Sahara Español.
CAUSAS
Tras la liberación política de las colonias se mantuvieron generalmente las antiguas estructuras económicas. La dependencia de las importaciones de la metrópolis, la concentración de la producción en ciertas materias primas para exportar a Europa y la carencia de los medios técnicos y del capital, y la conservación en ciertos casos de la propiedad de la industria en manos de colonizadores suponen la continuación del control económico sobre estos países.
La devaluación de las materias primas que exportan y la venta de bienes manufacturados de mayor valor añadido generan un déficit comercial nocivo para estos países. La deuda externa asumida por muchos países es también un factor relevante en el proceso.
CARACTERISTICAS
En primer lugar, existe una fuerte dependencia comercial, que algunos autores relacionan con el llamado intercambio desigual. Éste consiste en el hecho de que los países subdesarrollados exportan materias primas, cuyo precio es bajo, pero importan productos elaborados de los países ricos, de precio más elevado. El control de los precios de la mayoría de estas materias primas escapa al control de los países que las producen, ya que son fijados por las grandes bolsas de comercio internacional en función de la demanda de los países ricos. Las oscilaciones de precios de las materias primas provocan importantes desequilibrios en las economías de los países productores, ya que generan fluctuaciones en sus ingresos, mientras los gastos derivados de la adquisición de productos elaborados son mucho más estables.

En segundo lugar, el Tercer Mundo tiene una gran escasez de capital y depende financieramente del mundo desarrollado. Los países pobres, para solucionar sus problemas o promover el crecimiento, a menudo se ven forzados a pedir préstamos a los bancos de los países desarrollados y a organismos internacionales. Sus tipos de interés son elevados porque, como no siempre los gobernantes de estos países utilizan los préstamos con eficacia, las entidades aplican una prima de riesgo. La dependencia financiera no resulta sólo de los créditos concedidos, sino también de las inversiones exteriores. La mayoría de las empresas más modernas del Tercer Mundo son de capital extranjero que invierten en estos países para aprovechar la mano de obra barata y las ventajas fiscales.

En tercer lugar, existe una dependencia tecnológica. Como los países subdesarrollados no tienen tecnología moderna ni medios propios para conseguirla, deben comprarla a los países avanzados. Esto obliga al pago de royalties, cuyo importe, en términos comparados con su nivel de renta, es muy elevado. Los préstamos y las inversiones acaban generando unos beneficios que vuelven al país de origen, lo que da lugar a un flujo de capitales de los países pobres hacia los ricos como retorno de la inversión efectuada. Todo ello acaba obstaculizando la acumulación interna de capital en los países pobres y favoreciendo su descapitalización.

Naiara y Alberto.

1 comentario:

  1. ¡Qué trabajo más bien hecho!
    ¡je, je, je, je, je!

    Naiara

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